Pese a la indicación de no tocar la malla, el puente del Bulevar Costero sigue siendo peligroso, especialmente para los niños que transitan acompañados de sus padres por esa vía. Los huecos de la malla son los suficientemente grandes como para que un niño pueda caer al agua, tomando en cuenta que en ocasiones, los pequeños acostumbran a correr.
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