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Posicionamiento Caso Healy

A la opinión pública

Quienes integramos la Asociación de Periodistas Universitarios (APU) pedimos al Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, así como a los 5 alcaldes en Baja California, que aclaren los presuntos chantajes y prácticas de extorsión de los que acusa a Grupo Healy en diversos desplegados como medida de presión para conseguir mejores contratos de publicidad.

En la APU siempre estaremos a favor de respetar la libertad de prensa a través de medios críticos y reporteros que señalen las malas prácticas emprendidas por la autoridad, por lo que en caso de existir alguna irregularidad solicitamos que se interpongan los recursos judiciales pertinentes o se retracte de su dicho en caso de no poder comprobarlo, pues nuestro gobierno está obligado a privilegiar el Estado de Derecho.

De igual forma consideramos que la información y el periodismo nunca deben ser utilizados con fines comerciales, por ello hoy más que nunca surge la necesidad de impulsar una ley de medios que transparente la contratación y repartición del presupuesto oficial.

Exhortamos a las autoridades a no utilizar este caso como moneda de cambio para callar las voces críticas, ni para obligar a otrosmedios de comunicación a eliminar cualquier tipo de cuestionamiento de sus páginas editoriales.

Finalmente en la Asociación de Periodistas Universitarios de Baja California (APU) nos solidarizamos con los reporteros, fotógrafos, columnistas y colaboradores de periódicos Healy, ya que son ajenos a las negociaciones comerciales de la empresa y no deben tener ninguna relación con su labor periodística.

Postura sobre el despido de Carmen Aristegui

Quienes integramos la Asociación de Periodistas Universitarios (APU) no solamente lamentamos, sino que rechazamos de manera tajante la forma burda en la que fueron despedidos de la empresa MVS la conductora, Carmen Aristegui, así como su equipo de colaboradores.

Los argumentos esgrimidos por la compañía que encabeza el Señor, Joaquín Vargas, además de ser infantiles, dan muestra de una absurda torpeza, miopía periodística y hasta empresarial.

Señalar públicamente cuestiones de uso inapropiado de imagen y la inaceptabilidad de un ultimátum por parte de la periodista más prestigiada y reconocida de México, solamente pueden catalogarse como una incongruencia y una falta de sensibilidad ante los retos que enfrenta nuestro país en materia política, social y económica.

Ante la situación, exigimos desde nuestra trinchera la reinstalación de Aristegui, así como la de su equipo de trabajo, además de resarcir los lineamientos originales con los cuales se construyó la relación laboral entre la conductora y la empresa, con lo cual, además de reparar el daño causado a la periodista, también permitirá reinstalar la confianza del pueblo mexicano en la empresa que por años se distinguió por su profesionalismo y seriedad.

Espacios como el que dejan Aristegui y sus colaboradores resultan difíciles de volver a ocupar.

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