Usa relojes de un millón trescientos mil pesos, sus hijos han desfilado en sus Lamborghinis, Ferraris, yates y jets privados. El señor ha sido líder del sindicato petrolero desde 1993 y lo tenía asegurado hasta 2024. Desde 1961 miembro activo del PRI, cinco veces diputado federal, dos veces senador de la República, todo fue y lo hizo legal, oficial y públicamente, no se ha escondido jamás, su poder e influencia aún es tal, que se augura que la 4T no lo hará pisar la cárcel.
Periódico El Universal, revela en su edición de hoy que la actual secretaria de gobernación, Olga Sanchez Cordero, es amiga de Carlos Romero Deschamps, ha sido la intermediaria entre él y el Presidente, para suavizar su salida por la puerta de atrás. Las notarías públicas de Sanchez Cordero, de su esposo e hijos, por años han trabajado con el Sindicato Petrolero por medio del mano derecha de Romero Deschamps, Hector Sosa, líder de la sección 34.
En estos momentos que su salida del Sindicato Petrolero es escándalo nacional, lo quieren denostar por ejemplo, porque inicio en 1969 como chofer en Pemex, pero por favor, al contrario, es una hazaña monumental haber entrado de chofer y haber salido como el líder petrolero mas poderoso en la historia del país, y como uno de los hombres mas ricos de Mexico, mientras Presidentes iban y venían, Romero supo anclarse en un imperio levantado por él mismo, que el sistema político y la misma sociedad mexicana permitieron y toleraron. Entre mas lo satanizamos, mas nítida es la imagen en el espejo de todo lo que nuestra clase política representa, y de la crisis ética y cultural que por décadas ha enfermado al grueso de la sociedad mexicana a lo largo y ancho de Mexico. Hemos sido por mucho tiempo autores intelectuales y cómplices, forjando un México decadente, granja de monstruos.
<Asbel Esliman>
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Fotografía de portada: Tito Cortés / CC-BY-ND
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