Después de haber podido sortear las garras del implacable Fiscal Especial Robert Mueller en el asunto de la trama rusa, la oscuridad de la crisis política y legal de nuevo cierra el paso al presidente Donald Trump.Los demócratas y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi han dado un paso político trascendental para Estados Unidos, el martes 24 de septiembre Pelosi anuncia la decisión de implementar una investigación previa contra el Presidente Trump, llamada formalmente “impeachment inquirí”, en donde se determinará si existen elementos suficientes para dar inicio a un proceso de “impeachment”, es decir, un proceso de destitución, reprobación o proceso de revocación del mandato.
Los demócratas exponen que existe una denuncia anónima de un analista de la agencia de inteligencia estadounidense C. I. A., que dice haber recibido información seria de varios agentes del gobierno que afirman que el presidente Trump usa su investidura presidencial cometiendo abusos de poder, se habla de una llamada telefónica del 25 de julio, en la cual el presidente Trump ¨presiona¨ al nuevo presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, trabajar junto a su abogado privado, Rudolph Giuliani y con el Fiscal General de los Estados Unidos William Barr, para ayudar a investigar al candidato presidencial demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter, quien se dice, tuvo negocios en Ucrania relacionados con su trabajo como miembro del consejo de administración de “Burisma Group” una empresa de exploración y producción de petróleo y gas que opera en el mercado ucraniano. En las editoriales de los medios estadounidenses se habló de una promesa que le hiciera el presidente Trump, según causa de la alerta y preocupación dentro de la Comunidad de Inteligencia.
Al momento de que el presidente Trump hacía su petición a su homologo ucraniano, ya tenía semanas reteniendo millones de dólares en ayuda militar que daría Estados Unidos a Ucrania. Aunque los fondos de ayuda ya fueron liberados en los primeros días de septiembre, los senadores demócratas están exigiendo al Pentágono investigue las causas del retraso, pues están convencidos de que Trump utilizó su cargo de privilegio para tratar de obtener información dañina importante para poder atacar a su oponente político en la próxima campaña electoral, a cambio de la ayuda con recursos de asistencia de seguridad estadounidense asignados por el Congreso, y es precisamente en esta primer etapa de investigación previa donde se tiene que determinar si todo esto es verídico.
El informante asevera, además de la conversación telefónica, una serie de encuentros personales entre el presidente Trump y Zelenski. Durante varios meses, el presidente Trump y su abogado personal Giuliani habrían tratado de presionar al gobierno ucraniano para la investigación de los Biden. Los demócratas argumentan que el presidente Trump solicita a un gobierno extranjero su injerencia en las elecciones estadounidenses para beneficio personal, por lo que viola la constitución, debilita la seguridad nacional, comete acto de traición y vulnera la integridad electoral.
Hasta el momento los demócratas cuentan con el voto de 218 diputados que conforman una mayoría simple de la Cámara de Representantes que apoyan una investigación de juicio político del Presidente; aunque votara el pleno de la Cámara, solo les alcanzaría para presentar la acusación formal contra el Presidente, pero para que Trump pueda ser condenado culpable y destituido de su cargo se necesitan dos terceras partes del Senado a favor, aun obteniendo el sí de todos los senadores demócratas necesitarían otros veinte senadores republicanos de su lado, algo muy improbable. Por lo pronto empezamos a ver lo que muy seguramente será una intensa y violenta campaña presidencial 2020. Ante una inminente recesión económica, la amenaza demócrata que avanza con nuevos testigos y nuevos documentos probatorios, el camino hacia la reelección empieza a oscurecerse para el Presidente Trump.
La ética política, los valores republicanos, los fundamentos democráticos, cimiento y pilares que han sostenido y dado equilibrio a Los Estados Unidos, tal vez podrán delimitar un poco el mal tiempo que se avecina, la guerra por la Oficina Oval ha comenzado, en tanto la confianza de los ciudadanos norteamericanos en su gobierno avanza en un continuo y peligroso desgaste.
<Asbel Esliman>
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Fotografía de portada: White House / PD
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