Fue hasta que los padres de familia de cuatro alumnos (una mujer y tres varones) de la Escuela Secundaria 9 protestaron esta mañana, cuando finalmente el plantel optó por dar marcha atrás a la reinstalación en un grupo de primer grado, de un alumno que desde el inicio del ciclo escolar tenía documentadas actitudes de acoso, amenazas y agresiones físicas hacia a otros estudiantes.

El agresor había sido suspendido días atrás por la dirección del plantel, tras lesionar a uno de sus compañeros, quien tuvo que ser llevado a un hospital, además de tener una conducta sumamente violenta hacia ellos.

Sin embargo, de acuerdo a las versiones de la propia escuela y los padres de familia de los menores agredidos, por órdenes del Sistema Educativo se obligó a la Secundaria a reinstalarlo esta misma semana, y las cosas no salieron bien.

Los padres de los alumnos agredidos se mostraron sumamente inconformes y preocupados, debido a que sus hijos volvieron a sufrir amenazas del jovencito ayer mismo. Y en esta ocasión a uno de ellos le hizo una seña con la mano en forma de pistola, simulando sacarla de su pantalón.

A pesar de que desde el inicio del ciclo escolar los estudiantes habían estado repetidamente avisando a la dirección sobre lo que estaba ocurriendo, no fue sino hasta el 19 de octubre cuando los padres de familia pudieron concretar una reunión con la autoridad de la escuela, para plantear la situación y saber qué medidas serían tomadas.

Insultos, golpes en el rostro, empujones cuando bajaban las escaleras, amenazas de que su mamá los iba a demandar, y una larga lista de problemas se fueron acumulando en los reportes del menor, por parte de distintos estudiantes del plantel. Y nunca pudieron concretar una reunión los padres de familia de los alumnos afectados con la madre del menor agresor, para buscar resolver la situación.

“El problema que estaba en foco amarillo ya se pasó a naranja”, explicó el papá de un estudiante, quien fue el que recibió la amenaza con la señal de una pistola.

“Yo no quiero terminar haciendo responsable a la escuela si pasa algo. Queremos que no les pase nada a nuestros hijos”, dijo una de las mamás.

Los alumnos afectados fueron movidos ayer a tomar clases en la biblioteca para evitar mayores conflictos, y de acuerdo a sus papás iban a ser cambiados de grupo. Ellos, no el menor agresor, quien se quedaría en donde estaba. Una medida que no solo sorprendió, sino que molestó a los papás.

No obstante, tras más de una hora de plática sobre el caso hoy por la mañana, entre personal de la escuela y padres de familia, finalmente lograron que las autoridades educativas decidieran remover al estudiante. Al menos por ahora.

Ubicación del plantel escolar:

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Fotografía de portada: CC-0