En más de una ocasión durante su transmisión de hoy por la tarde, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, califico de gánsters a quienes integran la Guardia Nacional (GN), luego de que recuperaran la caseta de peaje en Playas de Tijuana y volviera al control administrativo de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE).

Las declaraciones del mandatario estatal estuvieron enfocadas en cuestionar el porqué no se resolvían los asuntos como ese directamente en los tribunales de justicia, y si ya no le dan la razón pues él acepta; algo que nos recuerda una estrategia similar en el intento por ampliar su periodo de gubernatura a 5 años, que terminó en un histórico regaño de la Suprema Corte de Justicia ante las violaciones a la Constitución por parte de los diputados locales.

Claramente molesto por la intervención de los elementos de la GN, Bonilla los acusó de realizar actos gansteriles, y dijo que les daba un tache.

Posteriormente dirigió sus cuestionamientos hacia el personal de CAPUFE y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), preguntándose quiénes eran ellos para retomar la caseta, sino meros funcionarios.

A final de cuentas el gobernador no dejó claro si remitirá a un proceso legal el tema; o si acudirá de nuevo a mover las plumas de acceso en el sitio; o en qué quedaría finalmente el decreto emitido por el Gobierno del Estado de liberar dicha caseta de peaje.

Lo que sí quedó claro es que de nueva cuenta mantuvo un comportamiento exaltado y con múltiples adjetivos denostando a otros servidores públicos, como lo es él mismo: