Opinión

Reflexiones con tinta: ¿Cuánto tiempo es suficiente?

Cuando un profesionista es contratado para realizar un servicio, de cualquier tipo, es normal que se hagan al menos dos preguntas básicas: ¿cuánto cuesta su servicio? y ¿en cuánto tiempo tendrá listo el trabajo?.

Si trasladamos estas dos preguntas sencillas y necesarias al ámbito de gobierno la situación se vuelve complicada. En la práctica ambas son difíciles de responder, aunque deberían estar siempre accesibles a todos, ya que a final de cuentas todos los ciudadanos estamos pagando por un servicio, público, que es muy específico y está bien delimitado.

No obstante, llegar a una respuesta clara desde la esfera gubernamental es complicado porque entran en juego imágenes políticas, se exhiben habilidades y desempeños. Eso a veces no gusta en los grupos de poder, y por ende la información curiosamente fluye más lento.

Si agregamos una tercer pregunta importante como ¿está usted capacitad@ para hacer este trabajo?, nos daremos cuenta que el funcionamiento de nuestros gobiernos tienen un punto débil: la rendición de cuentas.

Como sociedad tenemos el derecho de solicitar información a las y los funcionarios públicos, y a su vez ellas y ellos están obligados a respondernos apropiadamente. Sin embargo, siendo sinceros, no hacemos uso de ese derecho como deberíamos. Nos dejamos llevar por explicaciones ambiguas y respuestas a medias. Nos distraemos con temas del momento, memes, o escándalos de la farándula.

Las promesas de un gobernante, como las promesas de un candidato en campaña, no siempre se cumplen. Y no en pocas ocasiones nos damos cuenta cuando el daño ya está hecho, o cuando dicho gobernante ya ni siquiera está en el cargo.

¿Qué hacer por ejemplo, cuando se nos promete una obra pública y se incumple en los tiempos, y en los presupuestos?. Ejemplos tenemos por decenas. De hecho obras en curso como la construcción del Puente El Gallo ya mostraron problemas en su proceso de construcción que nos costarán no miles, ni decenas de miles de pesos, sino millones. Un daño económico, de tiempo y de logística que nos afecta a todas y todos.

Promover la cultura de la rendición de cuentas adquiere una enorme relevancia cuando los gobiernos son opacos y/o utilizan temas de distracción que no responden los más básicos cuestionamientos.

¿Cuánto tiempo es suficiente para que los errores en sus servicios dejen de ser justificados como herencias de gobiernos del pasado?; ¿En qué punto se harán plenamente responsables de sus acciones?.

Mucho hemos escuchado a estas alturas del tema de incremento a prácticamente todos los rubros de impuestos, permisos y demás tributos que se hacen al gobierno municipal en Ensenada, en los que el gobierno del actual alcalde, Armando Ayala, utiliza como escudo un supuesto clamor ciudadano de continuar con lo que creen es un buen ejercicio del gobierno.   

¿Cómo explicar entonces lo dificil que fue por ejemplo para el gabinete del municipio, decirle las nuevas tarifas de impuesto predial al diputado Juan Manuel Molina, cuando les preguntó durante una comparecencia del Ayuntamiento ante el Congreso del Estado de Baja California, sobre algunas colonias en específico en Ensenada, con viviendas con dimensiones específicas. Dijeron que no querían causar una falsa impresión de que los cobros eran elevados, pero lo eran.

Tan fácil sería, si consideran que los cobros no son desproporcionados, permitir a cada ciudadano ingresar sus datos en una página web, y obtener de vuelta la cifra exacta de lo que deberá de pagar en 2022 en el nuevo esquema de cobros del Impuesto Predial. Pero tal página no existe. Los cobros aparecerán cuando acudan a las oficinas de gobierno y les impriman el recibo.

Peor aún. Ante una inconformidad por el cobro de predial, las y los ciudadanos podrán pedir una revisión de la valoración hecha por el Ayuntamiento, siempre y cuando paguen los mismos ciudadanos los gastos de los peritajes que se requieren para hacerlo.

La rendición de cuentas es uno de los temas que más parecen evadir las y los gobernantes en turno, por obvias razones. Para la ciudadanía debería ser uno de los derechos que más deberíamos ejercer.

Los invito a intentarlo, a dirigirle las preguntas que mencioné anteriormente a cada uno de los funcionarios y en cada uno de los temas de gobierno. ¿Cuánto tiempo es suficiente para que la inseguridad en Ensenada deje de ser un problema?. ¿Cuánto tiempo es suficiente para que veamos crecer más los salarios que los precios de los productos?.

La burocracia nos cuesta. De hecho cuesta la mayor parte del recurso que percibe el gobierno, hagamos que rindan cuentas. Es sencillo. Lo único que tenemos que hacer, es preguntar.

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