Opinión

Vaciando un represo para recuperar el celular

La noticia la escuché en la radio el viernes pasado. Creí en un principio que se trataba de una broma pero no. Hoy vuelvo a leer una nota de seguimiento en Al Jazeera.

Resulta que en la India un funcionario de Chhattisgarh, un estado al este del país, estaba tomándose una selfie junto al represo y accidentalmente su smartphone se le cayó al agua. Un accidente digamos común, pero no fue común lo que siguió.

El funcionario que era (era, porque ya fue suspendido) inspector de alimentos, de nombre Rajesh Vishwas, preocupado por el contenido de su dispositivo móvil, que según dijo a medios locales contenían información gubernamental sensible, habría pedido a algunos buzos locales que le ayudaran a buscar el aparato, sin embargo tras varios intentos no lo lograron.

¿Qué pasó después?, pues lo más lógico… ehm… para él… ¡bombear el agua y vaciar el represo para encontrar el celular!. Fueron tres días de bombeo, con bombas de diésel, desperdiciando más de 2 millones de litros de agua que estaban destinados al riego de cultivos locales, para finalmente encontrar el dispositivo y descubrir que ni siquiera encendía pues estaba completamente … mojado.

La noticia fue evidentemente muy comentada en el país asiático, que enfrenta al igual que muchos otros incluyendo México, problemas serios en lo que respecta a la disponibilidad y abastecimiento de agua. La primera reacción que se me vino a la mente fue: ¡¿Pero qué rayos?! ¿Cómo llega a esa decisión una sola persona, simplemente por recuperar un aparato, dejando sin agua cientos de hectáreas de cultivo?.

Pero siendo sinceros, las prioridades en nuestras vidas muchas veces giran en torno a cosas con valor efímero, a la posesión de objetos que muestren estatus, más allá de que sean o no algo útil para nuestra supervivencia en el mundo natural.

La decisión de Rajesh Vishwas podemos tomarla y acercarla a nuestro andar diario; podemos traslapar ese incidente con las ideas de lo que es valioso para nosotros, y darnos cuenta que quizá tenemos algo de Rajesh. Esa es la disyuntiva en la que la humanidad se encuentra precisamente, en decidir si tomamos acciones en favor de nuestra supervivencia o en favor de un mundo superficial.

Les dejo la nota más reciente del caso:

Categorías:Opinión

Etiquetado como:,,

Deja tu comentarioCancelar respuesta